domingo, 21 de mayo de 2017

Una señal


" Y verán que la angustia, en esa relación
   tan extraordinariamente evanescente en 
   la que se nos manifiesta, surge en cada ocasión 
   cuando el sujeto se encuentra, aunque sea de forma insensible,
   despegado de su existencia, cuando se ve a sí mismo a punto
   de quedar capturado de nuevo en algo que,
   según los casos, llamaremos la imagen del otro, tentación, etc.
   En resumen, la angustia es correlativa del momento
   de suspensión del sujeto, en un tiempo en el ya no sabe dónde está,
   hacia un tiempo en el que va a ser algo en lo que ya nunca
   podrá reconocerse. Es esto, la angustia".

  Jaques LACAN, El Seminario. La relación de objeto. IX, Paidos.

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